1° Concurso MicroFantasy: Steampunk
Reseñas wattpad
Anabelle
Autor:Anna Hailer Puig
Título: Annabelle
Si Edgar no hubiese estado desesperado, probablemente no estaría en una de las peores minas que jamás había visto. Pero según su información, Kali trabajaba allí.
- Por aquí- le dijo un hombre gigantesco, cojeando delante suyo por entre los pasillos estrechos y la extraña maquinaria.
Con el sombrero de copa en una mano, y su bastón en la otra, le siguió hasta lo que parecía ser una inmensa caldera de vapor, debajo de la cual unas piernas se agitaban.
- ¡Kali!- rugió su guía.- Tienes compañía.
Las piernas se movieron y poco a poco fue viendo a la persona que tenía que salvar a su amada Annabelle.
Vestía unos largos pantalones marrones y un corsé. Estaba cubierta de aceite y hollín.
Edgar se encontró estudiando su brazo biónico. Jamás había conocido a un cyborg, después de todo.
- Lo perdí en la tercera guerra del este.- explicó la chica, mientras se llevaba las gafas manchadas, a la cabellera rubia, corta. - ¿En que puedo ayudarle?
Hizo una mueca. Todavía no estaba seguro de si quería su ayuda. Pero según sus informes, aquella mujer había llegado a planetas inexplorados y sobrevivido a todo tipo de exploraciones y monstruos.
- Mi prometida me ha sido arrebatada. Necesito recuperar la.
Torció la cabeza, sus ojos amarillentos brillaron divertidos.
- Yo la veo bastante bien.
No supo que decir. Nadie más podía ver el fantasma de Annabelle.
Su amada flotaba a su lado desde el día en que una tormenta se la había llevado. Y ahora reía complacida.
- Oh, me gusta.- comentó divertida. - Estoy segura de que nos podrá ayudar.
Edgar le pidió que se callara con un movimiento de mano.
- Esta muerta- le explicó a la cyborg.
- Bueno, eso es obvio. Pero no entiendo como podría cambiar eso.
- Usted estuvo en la expedición que llegó hasta la fuente de la vida- comenzó Edgar. Rezaba porque sus informes fueran ciertos.
Kali borró la sonrisa de su rostro. Se dispuso a hablar, pero fue interrumpida.
De pronto el suelo tembló, un terrible ruido tronó, y fueron cegados por una luz.
- ¡Corred!- gritó alguien, mientras un todos huían hacia la salida en tropel. - ¡La bomba se ha soltado! ¡El piso se va a hundir!
Kali maldijo y avanzó veloz en dirección al fuego. Le entregó a Edgar una pesada bolsa y le cogió del brazo para que la siguiera.
- ¿Qué diablos hace?
- El condensador sigue encendido. Sí no se apaga, no importa hasta donde corramos, todo a un radio de cinco kilómetros volará.
La mujer se colgó de una cuerda y bajó hasta un mecanismo extraño que no dejaba de sacar vapor. Se colocó las gafas y le fue ordenando que le pasara herramientas de la bolsa. Temblando, Edgar obedeció.
Después, ambos corrieron hacia un ascensor de bronce y subieron mientras el fuego se expandía por el piso.
Estaba jadeando, mientras la maquinaría se ponía en marcha y les elevaba.
Kali sonrió al excitado espíritu de Annabelle.
- Entretenido, ¿verdad?
- ¿Significa eso que contamos con su colaboración?- preguntó él, esperanzado
La cyborg se encogió de hombros.
- ¿Por qué no? Ya he vivido suficiente
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